La crisis no se va. Pero yo si. Viernes olvidado de madrugada; Marco bailando sobre las luces de la ciudad antigua, el otro frente a la bufa tocando la niebla, y él, él ahi, a un lado, simulando el acordeón; como la vida. Ella con el ni?o mago, el que le devolvió la sonrisa. Y yo pensando en la crisis al ritmo de las cheras que acompa?an al que está bebiendo ron. Ron sobre las luces, en medio de la vida. Se me resbala el vaso y se congela el silencio... Ahora nos toca sentir; medio vivir, medio morir. Luis estaba ahi; le pregunté si es que te conocía, casualmente dijo: "claro, andaba con él hace un rato", y entonces yo le dije "le hubiras invitado con nosotros", pero dijo Luis que te habías ido ya.
A veces despierto y ya no quiero dormir, como ahora. Pero solo durmiendo me doy cuenta de que aún existo, muy a mi pesar.
Luego el sábado al lado de la ciudad olvidada. Él dormido porque no había ron, pero si cerveza; yo conduciendo el auto que no era mío, el de la vida sin destino. Atrás ellos en mi auto (en el auto que si tenía destino), ahogados en sonrisa, yo congelada en pensamientos inútiles.
domingo, junio 27, 2004
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