viernes, mayo 28, 2004

El trabajo me está amargando. Necesito salir. Es la única forma en que puedo vivir. Abandoné mi batería, abandoné mis cuentos. Abandoné mis pocos a?os, que ahora parecen miles. La escuela, mis amigas, mis historias, mis desvelos. Ayer en la ma?ana me salí con Gonzalo, mi jefe. Hicimos el póster de filosofía y lo llevamos a la imprenta. Respiré y volví a ser yo. Hoy me encontré con Flavio, el modelo. Me recordó todo lo que olvidaba. También vi a un compa?ero de la primaria. No platiqué con él, sólo lo saludé, me subí al coche y lo vi que se alejaba. Ayer, Carlos me dijo que el destino ya estaba dibujado, que era cosa del destino lo que nos pasara. No estoy de acuerdo. Creo que es tiempo de cambiar, de evaluar las situaciones. Él ya no me necesita más. Tal vez es demasiado independiente, o demasiado dependiente de ellos.
Yo necesito ser un poco egoísta.

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