jueves, julio 01, 2004
Ya sé que no estás, olvidé que existías. Me acuerdo que pisaba las estrellas y se hundían en la arena y el cielo mojaba mis pies con sus olas. Yo olvidé que existías. Dejé de amarte porque me olvidaste. Ahora quiero volver al lugar donde encontré el cielo tocando mis pies y traerme algunas estrellas a la ciudad mojada. Ahi, a ese lugar donde la luna se remojaba hasta la cintura. En el rincón a donde se fueron todas las estrellas, porque las estrellas se van a los rincones oscuros.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario