He extraviado mi cabeza. No me di cuenta que escribí lo mismo en dos días diferentes ?será entonces que vivo todos los días lo mismo? ?o tal vez que me rehuso a dejar que los recuerdos del olvido se vayan de mi cabeza? Decidí pues dejar de pensar. Pensar mata, no vivir. Ma?ana salgo de camping; es hora de enterrar en la Sierra los malos recuerdos y los días de reventón. Si, esos días que me devolvieron el color de la vida. Voy a extra?ar las tres semanas, pero a veces extra?o más el a?o anterior. Es tiempo de perderme en la tierra y platicar con el río en la noche. Contarle los cuentos de mis días y los malos poemas que viví. En un campamento, durante una crisis nocturna, un amigo dijo "La oscuridad está de poca, pero solamente con cuates" y yo me ahogaba en risas, porque yo me voy al rincón más oscuro para no pensar, para que nadie vea mis ideas. Yo me voy por las estrellas que pisé en la arena, ma?ana las voy a encontrar en el río que cuenta historias. En el rincón más oscuro de la tierra, donde la luna se asoma entre los montes y a veces baila con su sombra. Ya escribiré después algo diferente.