De cómo explico todos los días, en dónde está el botón inicio
-?Puta madre con ustedes, pinches egos con patas en el q...($&”#=(%”#!- Quise haberles dicho. Jodidamente (como es ser empleadita), no lo hice. -?Yo no tengo la culpa de la incompetencia de otros pendejos!-. También quise decirle. Pero como buena ni?a imbécil que soy ahora, no lo hice; no quise parecer arrogante y presumida. Ahora estoy que me lleva el perro del vecino, un Alaska de ojos de loco que, para mí, es como un caballo. ?Les cuento ahora? Resulta que yo estaba realizadísima porque mis jefes me iban a ayudar con el horario para poder estudiar, ahora, como lo que son, jefes, no me quieren ni dejar largarme de aquí para poder ser una mejor persona (o peor, según). El caso es que ellos ya están preparados, vividos y abuelados, y yo, ni preparada, ni vivida, ni una madre (esto tal vez sí), primero por que me ganó el desmadre y ahora porque, por culpa de terceros, no puedo hacerlo. No es que yo pretenda competir con ellos, sino que quisiera tener la oportunidad de saber lo que es ir a la Universidad a cursar una Licenciatura con la que he so?ado estudiar desde hace muchos tiempo (desde que tengo seis a?os). Y, bueno, como yo no soy jefa, ni tengo licenciatura, ni tengo mucho vivido, ni soy abuela, ni tengo influencias, me quedaré otro a?o en este escritorio, escuchando cada historia de cada maestra (que ya me sé de memoria), tratando de ense?arles, todos los días, cuál es la ruta para entrar a sus archivos personales o dónde está el botón Inicio.