viernes, mayo 07, 2004

El cielo ya no está. El hombre se perdió. Hay un río que devastó la mańana, apagó el fuego de la oscuridad. A Él lo encontraron tirado en una jardinera de Independencia, perdido en las fiestas de Dionisio. Ella cuenta una historia. La historia que no se cuenta. Voy a buscarlo a la jardinera, pero ha extraviado su memoria. Le ayudo a buscarla, sin encontrarla. Lo dejo divertido, cantando la canción que nunca tuvo melodía. Ella se tińe de color cielo-infierno y le llueven los ojos. Pronto vamos a extraviar la memoria también. Salimos de la jardinera y los ojos siguen lanzando sus tormentas. Yo no pienso más mientras nos alejamos, al tiempo que Él entona "... no hay que lloraar, la vida es un carnavaaaal... y las penas se van cantandoo..."

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