En las manos del psicólogo, dos expedientes:

PX. Sandra
Hija de padre alcohólico desde hace 5 a?os, con delirio paranoide y esquizofrenia aguda desde hace diez a?os.

PX. Miguel
Padre de Sandra, alcohólico, presenta delirio paranoide y esquizofrenia aguda desde hace diez a?os. Niega su paternidad.

En la cabeza de la paciente:
"Volver sin estar. Estar sin haber llegado. Pinche psicólogo, pinche cubíl, pinche vida, pinche muerte, pinche todo".

En la sala:
La paciente Sandra.
En seguida, entra el padre, con barba de 20 días y telara?as en los ojos de 20 a?os.

-?Quién es, Miguel? ?Quién es ella?-, le pregunta.

No volteó a verla, con la cabeza gacha, moviéndola de lado a lado, como el elefante que descansa, que anda, que bebe. Luego se rompió su alma, su cordura sus brazos en su cara. Llanto ahogado y frágil, creyendo yo que de lagartija. Se levanta pronto, abre la puerta, sale y la azota tras de él. Y ella ahi, sin movimiento y con mucha pena en los ojos. Olvidó. Que frescura eso de olvidar.

-?Qué piensas ahora de tu padre?-, pregunta el psicólogo.
-Nada- (silencio) -que está mal -, contesta la paciente.
-?Entiendes su enfermedad?-
-Si-
-?Qué esperas de él?-
-Que se recupere, que esté bien-
-?Qué sientes por esa reacción-
-Frustración- Cuando vas con un psicólogo, tienes que usar términos como frustración, coraje, resentimiento, en lugar de contestar "siento que me lleva la chingada".
-?qué más?-
-resentimiento- y al contestar, piensa "tengo un chingo de odio contra él, por haberse negado tan felizmente su paternidad, por haber hecho de su culo un papalote mientras nosotros lo esperabamos en la casa, mientras esperabamos un abrazo y puras vocales, consonantes, graves, agudas, esdrújulas, párrafos... eso recibíamos ?le dábamos asco?"
-?porqué?-
-Porque siento que nos abandonó- y la realidad "siento que es un hijo de la chingada, porque nos ha maltratado psicológicamente, más ha jodido a mi madre, que no duerme con ella desde hace 15 a?os"
-?Desde cuándo sientes eso?-
- Desde que volvió a tomar - y en su cabeza "desde que nací, desde que respiro, desde que me acuerdo, desde aquella vez que me dijo que para qué compraba aquél libro, si en mi puta vida iba a leer la mitad de los libros que hay en la casa".
- Bueno Sandra, ma?ana se suspende la visita con tu papá, pero espero que la próxima semana ya puedas platicar con él, tienes que entender su problema y tienes que tener paciencia-
- OK, gracias y hasta luego-, mientras piensa "si cabrón, para tí es fácil decir paciencia, mientras en la casa estamos que nos lleva la chingada, mientras nos jodemos la existencia pensando en si se pondrá bien o no, cuando él está negando a sus hijos y pensando que su esposa es una puta, y puedes decirme que es la enfermedad, que es lo que quieras, pero tuviste que haber estado ahi, verlo y vivirlo, para entender lo que es paciencia".
- Te espero el próximo sábado-
-Sí, hasta el sábado-

Sale Sandra de la clínica que, por cierto, está en el quinto infierno. Llega a la tienda de abarrotes y se compra una coca-cola.

Cien kilómetros por hora, ciento diez kilómetros por hora, ciento veinte kilómetros por hora, ciento treinta kilómetros por hora, un trailer de frente y sin carga a diez kilómetros de distancia, ciento cuarenta kilómetros por hora, ciento cincuenta kilómetros por hora, ciento sesenta kilómetros por hora, la coca-cola en la mano izquierda, el volante en la derecha, cambia el refresco a la mano derecha, el volante en la izquierda, un ligero estirón al volante a la izquierda y el trailer está cerca, más cerca, ciento setenta kilómetros por hora, truena la vida y el auto queda sin cabina, pero ella no soltó la coca-cola.